El pastor declaró ante la Fiscalía en el marco de una investigación en su contra por presunto lavado de activos, instancia en la que detalló cómo reparte el dinero.
El obispo Eduardo Durán Castro, declaró en calidad de imputado por presunto lavado de activos ante la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente el pasado 23 de enero, oportunidad en la que reveló las millonarias cifras que recibe de parte de los fieles.
La máxima autoridad de la Catedral Evangélica informó que recibe más de 30 millones de pesos mensuales en diezmo.
En la instancia, Durán detalló que un poco menos de la mitad de este monto lo entrega a 10 pastores, para ser utilizados para los gastos de su iglesia. A la vez, poco más de 9 millones de pesos los reparte entre su sobrina, su hija e hijo (este último es el diputado de Renovación Nacional, Eduardo Durán).
La cifra restante, cerca de 13 millones de pesos, son para uso personal.
De todos modos, el pastor aceptó alzar el secreto bancario, con lo que el Ministerio Público podrá tener acceso al detalle de las transacciones.
En el informe elaborado en septiembre, revelado por La Tercera, la Brigada de Lavado de Activos (Brilac) de la PDI indica que los ingresos del obispo "provienen generalmente de la Iglesia y sus fieles, pero se supone que están para la administración (…) de la Iglesia y en ningún caso para el enriquecimiento de la persona natural que los dirige”.
En la investigación se detalla que Durán es dueño de ocho vehículos -entre ellos dos modelos Ford de los años 20- y 12 propiedades, cuyo avalúo fiscal asciende a 1.152 millones de pesos, cifra que puede duplicarse a precio de mercado.
A la vez, se destaca en el documento que varios líderes religiosos coincidieron en que "Durán antes de ser pastor (…) mantenía una vida económica regular, con un bien raíz en Estación Central, y no el millonario patrimonio que hoy posee”.