En providencia ya comenzó el trabajo que buscará reemplazar 36 mil metros cuadrados de pasto por plantas. “Estamos en una campaña desesperada por cuidar el agua potable, no podemos seguir gastándola en el pasto”, señaló la alcaldesa Evelyn Matthei. En ese contexto, las cifras indican que existe un 86% de déficit en las precipitaciones y un 85% menos de nieve, es decir una situación crítica a nivel país. En ese sentido, la Región de Magallanes se declaró bajo emergencia climática, lo que permitirá cuidar las reservas terrestres, áreas marinas y reservas de agua más grandes de América Latina. No obstante, expertos indican de manera complementaria, que la actividad minera, forestal, salmonera, o de electricidad, se llevan más de un 70% del consumo hídrico.