La ex mandataria y actual alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos señaló que, en caso de que se vuelva una obligación, se deben seguir "los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y no discriminación".
En un seminario sobre buenas prácticas y acceso a vacunas y tratamientos, la alta comisionada subrayó que, si se imponen vacunaciones obligatorias, éstas deben aplicarse con cierta flexibilidad y determinadas excepciones, por ejemplo en personas a las que el fármaco esté contraindicado.
En estas circunstancias, puede ser aceptable condicionar a la vacunación el acceso a escuelas, hospitales y otros espacios públicos, o determinadas consecuencias legales, como multas "proporcionales y sujetas a revisión por las autoridades judiciales", afirmó la ex mandataria.
Lee también: Pfizer y BioNTech dicen que tres dosis de su vacuna serían suficientes contra la variante ómicronPor otro lado, antes que la vacunación obligatoria solo debe considerarse si otras medidas menos intrusivas, como el uso de mascarilla o el distanciamiento físico, no han conseguido los objetivos de protección sanitaria buscados.
"La vacunación obligatoria debe seguir los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y no discriminación", afirmó la ex presidenta.