"¡Mujeres, pa' la disco a perrear!": Por qué el reggaetón empodera y no te hace menos feminista
Muchas veces nos han dicho que disfrutar del género urbano y ser feminista es una contradicción, pero no tiene por qué serlo. ¿Acaso por luchar por nuestros derechos no podemos bailar hasta abajo? Acá te explicamos con las voces de expertas y cantantes las razones que hacen que este estilo musical se convierta, en ocasiones, en una oda al amor propio.
Publicado por pazarancibia
Plena presentación de Karol G en el Festival de Viña 2023 y la pequeña Matilda Cifuentes subía al escenario para demostrar por qué merecía ser apodada como la "mini Bichota". Con solo cinco años, la oriunda de San Antonio sorprendió a toda la Quinta Vergara con su baile, que incluyó desde giros hasta una apertura de piernas.
La intérprete colombiana quedó totalmente deslumbrada por la niña, a quien incluso terminó regalándole su Gaviota de Oro. La madre de Matilda, feliz, contó a CHV Noticias que el sueño de su hija era bailar sobre la tarima junto a su ídola y sentirse por un momento como una verdadera Bichota. Pero, ¿qué hizo que una pequeña de solo cinco años quisiera representar los ideales de una cantante urbana?
En pleno octubre de 2020 y cuando la pandemia no entregaba atisbos de darnos un respiro, Karol G lanzó Bichota, una canción que no solo le permitió posicionarse en los primeros rankings de música urbana, sino que también transmitió un innegable sentimiento de empoderamiento y amor propio.
"Me siento bichota sin salir del bloque. To’ me quieren partir y no tienen con qué. Roncan, pero no pueden con mi pum-pum", dice la letra que canta la intérprete, quien cuando fue consultada sobre la palabra explicó que "todos somos súper Bichotas adentro. Se trata de creer y trabajar para que el resto del mundo también pueda verlo".
De acuerdo a sus palabras, la idea del tema y del concepto en sí es que las personas se sientan "sexys, coquetas, atrevidas, fuertes, empoderadas y poderosas". De ahí que se cree que muchas mujeres se identifiquen con el término, tal como fue el caso de Matilda. Sin embargo, ¿transmite realmente empoderamiento el género urbano?
Si bien hace unos años había pocas exponentes femeninas en el reggaetón, hoy en día contamos con diversos talentos que destacan por "cantar desde unaposición dominante". Al menos así lo piensa la periodista deTrap2day, Valentina Muñoz, quien expresa en conversación con CHV Noticias que artistas como Rosalía y la propia Karol G "han cambiado lasreglas del juego en el que la mujer solía ser solo una musa, tanto sexual como románticamente".
De hecho, la intérprete de Despechápuso sobre la mesa otro concepto que derivó en el empoderamiento femenino. Así es, hablamos de "Motomami". ¿Qué significa la palabra? Muy fácil. Ella misma explicó que mientras "Moto" se traduce del japonés como duro o fuerte,"Mami" proviene del español que se utiliza para referirse a la madre o la mujer con poder de crear.
Ahora, si pensamos en Bichota y Motomami, Muñoz indica que ambas son "expresiones aumentativas", es decir, "hablan de una mujer grande e independiente, dejando atrás la imagen de mujer señorita, delicada y vulnerable que predominaba culturalmente, en casi todos los géneros musicales".
Es por eso mismo que "a estas alturas estos términos se convirtieron en una cosa universal, y especialmente pertinentes en una época en la que el feminismo y el progresismo están al mando de la sociedad".
"¿Feminismo y reggaetón? No pueden ir de la mano". Esa ha sido una de las principales críticas a este cruce, que apunta a que el género musical y el movimiento que busca la igualdad entre hombre y mujer son una completa contradicción. Pero, ¿es así?
Al respecto, Andrea Ocampo, feminista e investigadora musical, se plantea las preguntas: "¿Por luchar por nuestros derechos no podemos perrear?, o ¿si perreo dejo de ser feminista?". La respuesta es un rotundo "no" y la argumenta de la siguiente forma.
De acuerdo a Ocampo, bajo la afirmación de que ser feminista y reggaetonera es contradictorio se esconde el juicio de que una mujer no debiera gozar, ni menos darse placer a sí misma. "No ser placer para otro, sino que para sí misma. Y eso le aterra al patriarcado: no necesitarlo", deslizó en una columna de opinión.
Sin embargo, según apunta, "el perreo intenso retoma la titularidad del goce. Las mujeres deseamos, lo decimos en palabras y bailando. Puedo perrear a otra mujer, a un hombre o sola, si quiero".
En conclusión, afirma a CHV Noticias que "las feministas podemos escuchar todo tipo de música".
"El reggaetón es machista", es otra de las críticas frecuentes a este estilo, pero ¿se dice lo mismo sobre los otros géneros musicales que contienen letras misóginas?
Volviendo a Viña 2023, en un show multitudinario, que se transmite en todo Latinoamérica, el cantante mexicano Alejandro Fernández, cantó Mátalas, calificada por la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres como "una balada que hace apología de los femicidios".
Sin embargo, esa canción no parece escandalizar tanto como los temas del género urbano que hablan de las mujeres como un objeto sexual siempre dispuesto a dar placer a los hombres.
Tal como dice Andrea, "el reggaetón forma parte de un sinnúmero de géneros musicales que tienen letras machistas y misóginas, como la trova, el rock and roll, el pop, la música romántica, la tropical, en fin. Probablemente todos los géneros musicales, y esto se debe a que quienes escriben, producen y mayoritariamente le dan voz son hombres".
"Las mujeres seguimos siendo una excepción en casi todos los ámbitos de la cultura y de la vida laboral", añade, destacando el importante rol de las artistas femeninas que contra todo pronóstico irrumpieron en el género, tales como Ivy Queen.
La periodista explica que así como la "Caballota", "Karol G, Becky G y Natti Natasha son ejemplos de que las reggaetoneras no son un agregado del género musical. Mientras, Torta Golosa, Chocolate Remix, Bad Gyal, Ms Nina, Jedet y Tremenda Jauría llegan más allá: tensionan el flow desde una mirada lúdica y crítica".
Todo esto bajo la toma de conciencia de las protagonistas del movimiento con respecto a que su narrativa, estética y estilo es un continuo que necesitan profundizar, pero también diversificar.
Conversamos con tres cantantes urbanas que pertenecen a la denominada segunda oleada de figuras femeninas chilenas que se atrevieron a incursionar en los ritmos del reggaetón y el trap, caracterizada por la concientización sobre las letras y el contenido de su música.
Para la artista nacional Soulfia, "es muy interesante cuando una mujer se pone a cantar en una postura más varonil desde el reggaetón, porque en realidad nadie nos limita a nada".
De acuerdo a las palabras de la intérprete de Pantera, "escuchar reggaetón nos hace sentirnos más sexys y empoderadas. Yo me siento empoderada mientras bailo reggaetón y si es cantado por una mujer, mucho más aún".
A sus palabras se suma Kya, que de lleno dice que "el reggaetón de mi arte y de mis colegas a mí me representa y me hace sentir empoderada".
En esa línea, la autora de Copacabanareflexiona que "puedo adueñarme de ese género sin sentirme menos feminista. Por el contrario, sintiéndome aún más feminista, porque estoy hablando con las mujeres del carrete, de pasarlo bien, de adueñarnos de nuestra sexualidad”.
Así mismo opina la cantante chilena Luna Marinetti, quien enfatiza que "no nos hace menos feministas escuchar música urbana". "Estamos siendo testigos de que la escena se está llenando de mujeres poderosas que están utilizando su arte para entregar mensajes de empoderamiento y amor propio que no hacen más que sumarnos", agregó.
Por esa razón, la intérprete de Top 3 hace un llamado a "empoderarse junto a estas mujeres que nos están entregando este arte tan bonito que es la música".
Entonces, ¿el reggaetón tiene la capacidad de realmente empoderar a las mujeres?CHV Noticias salió a la calle a preguntarle a ellas al azar y la respuesta fue casi unánime: Sí."Me empodera mucho. Karol G sobre todo. Es unión entre mujeres y amor propio, muy importante", dijo una de ellas.
¿Por qué se produce esto? Andrea explica que "el baile y las letras atrevidas del reggaetón nos conectan con nuestro cuerpo, con nuestro deseo y con todas aquellas palabras 'malas' que no debiera decir una mujer o que al menos así nos dijeron".
En ese contexto, asevera que tanto las cantantes como quienes perrean sus hits, "se resisten a ese sistema de minusvalía y amordazamiento continuo, que nos dice cómo debemos ser, qué espacio ocupar, cómo amar o bailar".
"Resistir bailando nos fortalece, nos coordina en un diálogo horizontal y corporal que nos permite enfrentar la calle, la casa, trabajos, doctores, la tienda de ropa e internet. Bailando resistimos colectivamente al patriarcado, nos apoderamos de aquello que nos han quitado: la boca, el idioma, el nombre, el cuerpo y su goce. La vida".
Es que así como dice Andrea, "perrear es un acto profundamente feminista".