En la década de 1960, el poeta estadounidense Allen Ginsberg visitó chile durantes tres meses por un encuentro de escritores. Gran parte del tiempo vivió en la casa del antipoeta, quien terminó abandonándolo en la casa de Stella Díaz a causa de las locuras del norteamericano.
Este domingo 22 de enero
se cumplen cinco años de la muerte del "antipoeta" chileno Nicanor Parra, quien falleció a los 103 años dejando un legado cultural inmenso para el mundo.
Y en
CHV Noticias recordamos la vez que
el chileno se encontró con el aclamado poeta estadounidense Allen Ginsberg. Esta es la historia.
Allen Ginsberg visita Chile
Corría la década de 1960 y el poeta estadounidense Allen Ginsberg,
uno de los precursores de la llamada Generación Beat y tal vez el más influyente del siglo 20 en norteamérica, llegaba a
Chile invitado por el escritor Gonzalo Rojas en el marco del
Primer Encuentro de Escritores Americanos.
Ginsberg, autor de espíritu inquieto,
estuvo de visita tres meses en nuestro país y compartió en fiestas con artistas como Ernesto Sábato, Jorge Teillier y Violeta Parra.
Sus osadías en este territorio serían contadas en South American Journals (January-July 1960), texto que permitió conocer acerca de las aventuras del poeta estadounidense en su paso por Chile.
Motivado por su sed de fiesta y juerga, Ginsberg recorrió los bares del centro de Santiago en busca de drogas y de sexo con hombres.
Las anécdotas cuentan que se le oía gritar por las calles "¡quiero homosexuales! ¡Quiero cocaína!" Y que cuando
le preguntaron a qué había venido a Chile, él respondió: "A coger".
Encuentro y estadía con Nicanor Parra
Ese sería uno de los motivos, si es que no el principal,
por el que su encuentro con el poeta y matemático chileno Nicanor Parra no sería de lo más agradable.
Ginsberg conoció la escritura de Parra a través de una traducción que City Lights —la librería-editorial de San Francisco, fundada por Ferlinghetti, casa editorial de la poesía beat— hizo al inglés.
El estadounidense comparó y sublimó la poesía del chileno por sobre la de escritores como Pablo Neruda, por lo que era esperable que su encuentro fuera grato.
Y, de hecho,
gran parte de su estadía en este país, la pasó en la casa de Parra en La Reina.
Ginsberg alcanzó a conocer a Parra lo suficiente para describirlo del siguiente modo:
"Un poeta de más o menos 45 años quien siempre anda enamorándose de chicas suecas, escribe poesía inteligente y sincera y también es un gran profesor de matemáticas que estudió en Inglaterra y Estados Unidos. También fue a China el año pasado y adscribe a la teoría literaria Yenan de Mao".
Un hecho que no quedó escrito en las revelaciones que hizo el periodico acerca de la visita de Ginsberg,
habla sobre un supuesto síndrome de abstinencia que habría tenido el estadounidense estando en la casa de la escritora Stella Díaz. En ese lugar, el creador de
Aullido habría trepado a un peral para pedir marihuana a gritos.
La anécdota dice que
Parra llevó a Ginsberg hasta la casa de Díaz Varín y su marido, Luis Viveros y que desapareció, dejando al poeta extranjero allí. Al parecer, Parra, quien tenía más bien una actitud antidrogas,
estaría exhausto de la necesidad permanente de Allen Ginsberg de estar bajo la influencia de sustancias.
A pesar de esta jugada, el poeta de la Generación Beat mantuvo su actitud de respeto frente al Parra
y la amistad entre ambos se mantuvo durante el tiempo.
En una carta escrita por Ginsberg cinco años después de su visita por Chile, se puede leer el cariño y la admiración que le inspiraba el antipoeta. "Es pasado medianoche, así que me callo con abrazos y saludos y dosvenayas y laegitos, felizand fatiguado, adiós por una momentito Shr Shivati Comrade Comanchero Sir Zeus Nicanor, Señor", escribió.
De hecho, 22 años después de esa carta, ambos poetas coincidieron en un recital donde Ginsberg leía su poema
On cremation of Chogyam Trungpa, Vidyadhara. Al final de la lectura, se escuchó al beatnik decir: "Siento al público tranquilo, siento al poeta chileno, siento el arcoíris".