El naufragio de esta embarcación fue el trágico desenlace de lo que debía ser un tranquilo paseo turístico. 21 pasajeros de la embarcación correspondían a un grupo familiar que regresaba de una fiesta costumbrista cuando el barco se hundió. Los sobrevivientes relataron las más de dos horas que estuvieron a la deriva en el mar y entre las rocas, mientras intentaban infructuosamente salvar al resto de sus seres queridos. Seis de las siete víctimas pertenecen a una misma familia.