La jefa comunal junto a grupos ambientalistas emplazaron al mandatario y presionaron al Gobierno para que rechazaran el proyecto inmobiliario en el sector de Las Salinas de Viña del Mar.
La alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, en conjunto con activistas medioambientales, ha generado controversia al emplazar públicamente al presidente de la República, Gabriel Boric, por el proyecto de saneamiento de la playa Las Salinas, que será evaluado por los comités del Ministerio de Salud y Medio Ambiente.
Durante un punto de prensa de este viernes, la jefa comunal aludió al acuerdo de Escazú y enfatizó en el deber de la presidencia de rechazar la iniciativa "en menos de 72 horas" por sus daños ambientales a la zona, de lo contrario como municipalidad no confiarán más en el mandatario.
"Además de perder nuestra confianza, que todavía la tenemos en usted, Presidente y comité de ministros, nos están dando cuenta de que eso fue un acto para demostrar gestión rápida y liviana en sus primeros días de gobierno y no de justicia real", indicó Ripamonti en relación al acuerdo.
A lo anterior sumó un emplazamiento directo al jefe de Estado. "Yo le quiero decir al presidente, pero no con este dedo, porque es de otra época. Con toda la mano bien abierta si firmaron como Gobierno nacional el tratado de Escazú, para hacer justicia ambiental realmente tienen que tomarlo en consideración. Haga cumplir sus palabras”, sostuvo.
La iniciativa fue impulsada por el Grupo Angelini, la cual consiste en levantar un proyecto inmobiliario en el sector Las Salinas de Viña del Mar. Sin embargo, este plan no se ha llevado a cabo debido a que distintos grupos ambientalistas e incluso, personalidades del mundo político, se han opuesto a la idea.
Así lo aclaró su alcaldesa vía Instagram, donde aseguró que esa zona "se trata de uno de los terrenos más contaminados de Chile, y que la empresa Copec y su inmobiliaria Las Salinas, pretenden 'sanear' para construir un proyecto de edificación, a través de un proceso altamente invasivo y experimental".
Además, aseguró que el principal fin "consiste en excavar 1 millón de metros cúbicos de arenas impactadas, para clasificarlas e intentar remediarlas utilizando bacterias en varias pilas de 3 a 4 metros de altura conformadas con las tierras más contaminadas. Un proceso que podría durar más de 5 años generando una serie de externalidades negativas para la salud y vida de las personas", concluyó.
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