La profesional fue contratada de manera particular por el establecimiento de Puente Alto, luego que hace solo semanas falleciera un menor de tercero básico por influenza. Además, acusan que no se respetó ningún protocolo de vacunación.
Una dramática situación es la que están viviendo los apoderados del colegio Alicante del Valle en Puente Alto, luego que el pasado sábado una enfermera fuera contratada por el establecimiento para vacunar a estudiantes y profesores por influenza.
La profesional llegó hasta el establecimiento y comenzó a realizar su trabajo en completa normalidad, hasta que comenzaron a darse cuenta de que algo no andaba bien.
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Eran cerca de 700 las vacunas que tenia que traer la enfermera, para inyectarlas a gran parte del alumnado, sin embargo, el recipiente en que se supone que las traía, era demasiado pequeño.
Los padres que se encontraban en el lugar se percataron que las jeringas estaban siendo reutilizadas, siendo que deben botarse a la basura una vez que ya son ocupadas.
Acusan que incluso existe la posibilidad de que no les haya inyectado nada, ya que en muchas imágenes se aprecia que las vacunas no tenían el líquido al momento de inyectarlas.
“Como es posible que una enfermera tenga 700 dosis de una vacuna que está en todos lados agotada”, comentó una de las apoderadas a Contigo en La Mañana.
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Además, acusan que no se respetó ningún protocolo de vacunación. No usó guantes, no traía las inyecciones cerradas ni mucho menos, las habría delante de los pacientes.
360 alumnos y adultos alcanzaron a ser vacunados antes de que la profesional de la salud fuera encarada. Incluso, fue necesaria la presencia de carabineros para que se calmaran los ánimos.
Ahí, personal policial le hizo mostrar los desechos de las vacunas, algo que no coincidía con la gran cantidad de personas que ya se habían realizado el procedimiento.
Esta situación ocurre a tres semanas de que un alumno de tercero básico del colegio falleciera producto de la influenza. Es por esto que acusan que hubo “aprovechamiento” por parte de la enfermera.
La cuestionada mujer fue encarada cuando se iba por algunos de los padres, quienes le pedían explicaciones de lo que había ocurrido.
Pese a que el costo de cada vacuna fue de $7 mil, la mayor preocupación no es el dinero, si no que la posibilidad de que algunos de los menores se hayan contagiado con otra enfermedad.
La mañana de este lunes, el alcalde Germán Codina llegó hasta el establecimiento para prestar ayuda, con el fin de esclarecer los hechos.
08/07/2019
09:30
