Así funciona el "anti-drones" que adquirió Gendarmería para Colina 2

Sólo durante el año 2018 cinco drones fueron vistos sobrevolando cárceles chilenas por Gendarmería. Uno de ellos fue abatido a punta de disparos, con lo que se descubrió un cargamento de droga.

El hecho lógicamente generó preocupación, por lo que el jefe de Proyectos de Seguridad Tecnológica de Gendarmería, capitán Richard Valdés, decidió buscar alternativas en la tecnología.

Parte de esa respuesta la dio el ministerio de Justicia a través del Plan Integral de Modernización y Tecnificación de Colina 2, el que incluye la instalación de cámaras tipo domo, de tipo termales y fijas con visión panorámica.

El sistema de tele vigilancia también fue modernizado, pasando de ser uno análogo a uno digital que permite descubrir de forma inmediata cualquier movimiento sospechoso en el terreno del penal.

Sin dudas uno de los elementos presentados que causó más impresión fue el cañón anti vehículos aéreos no tripulados, o "anti-drones". Los ejemplares que se adquirieron son de la compañía china Hikvision y cada uno tiene un precio de $24 millones.

El aparato tiene un alcance de mil metros. Al final del "cañón" posee una antena que emite haces de radiofrecuencia entre 1,5 y 5,8 GHz. Estos bloquean la señal GPS y las señales de control, con lo que el operador del anti-drones puede manipular el aparato y atraerlo.

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