Una fiscalización sorpresa al sector del barrio Rosas terminó con el retiro del mercado de 354 máscaras más de 600 disfraces.
Seremi de Salud Metropolitana realizó una inspección sorpresa a los locales comerciales de calle Rosas, donde se comercializan disfraces y máscaras que serán utilizados, mayoristamente por niños, durante las celebraciones de Halloween.
El foco de la autoridad sanitaria estuvo puesto en la presencia de rotulados que determine los materiales con que estos productos fueron confeccionados, siendo los principales temores el riesgo de intoxicación o inflamación de estos elementos.
354 máscaras fueron retenidas y más de 600 disfraces, que presentaban un riesgo para la salud de los menores.
Omar Cáceres, Seremi (s) de Salud, señaló que, lo más importante al momento de comprar, es “fijarse en el etiquetado, debe estar y ser parte del producto, escrito en español y perfectamente legible”, dijo, destacando que además esta información debe precisar quién fue el fabricante original.
“Si la máscara tiene un olor intenso o penetrante, recomendamos que ese producto no lo compren”, indicó.