"Existe un interés económico detrás de todo esto, lo que hace más deleznable el hecho que ya es reprochable en sí", dijo la fiscal jefe de Molina, Mónica Barrientos. Los detenidos habrían utilizado velas para iniciar los incendios y tener tiempo para escapar del lugar.
La Policía de Investigaciones detuvo este viernes a siete brigadistas forestales que estarían vinculados a los incendios que afectaron cerca de 15 mil hectáreas en Molina entre enero y abril de 2020.
En total, fueron cinco los focos de incendio en los que el Ministerio Público señala que estos siete trabajadores tuvieron responsabilidad directa. El siniestro tuvo lugar en la precordillera de Molina, a 3 kilómetros del parque Radal 7 Tazas, y fue denominado "Agua Fría".
Tras un año de investigación, la fiscal jefe de Molina, Mónica Barrientos, en conjunto con la PDI, logró dilucidar la mecánica de cómo se originaron las llamas, dato que según lo recabado coincidía con los mismos nombres de quienes formaban parte de la Brigada Charly 5, destinada precisamente a combatir el fuego.
"Pudimos establecer la participación de los imputados, los cuales tres quedaron con prisión preventiva. Dos de ellos con la cautelar de arresto domiciliario total, atendido que el magistrado estimó que concurren circunstancia modificatorias en su favor como lo es el haber cooperado sustancialmente en el esclarecimiento de estos hechos", indicó la persecutora jefe de Molina.
Lee también: Más de 100 candidaturas se han comprometido a incluir a los animales en la nueva ConstituciónLos siete sujetos fueron imputados por el delito de incendio de bosque y la formalización se extendió por tres horas.
"Se estableció que existe un interés económico detrás de todo esto, lo que hace más deleznable el hecho que ya es reprochable en sí. Puntualmente, era la obtención de ganancias económicas a fin de tener reconocimientos para ser contratados en otras brigadas y también para recibir pago de horas extras por el trabajo realizado", añadió la fiscal Barrientos.
Los fuegos, según Fiscalía, fueron iniciados a punta de material vegetal combustible y velas. Con estas últimas realizaban un agujero en la tierra, creaban un nido de hojas y yesca al rededor, lo que les permitían tener tiempo para huir del lugar.
Por el delito que se les imputó, los siete brigadistas arriesgan penas que van desde los 5 a los 20 años de prisión.