En el quinto ajuste ministerial, el mandatario determinó la llegada de Víctor Pérez (UDI) a la cabeza de Interior, Jaime Bellolio (UDI) a Segegob; Cristián Monckeberg (RN) a Segpres; Andrés Allamand (RN) a Cancillería; Mario Desbordes (RN) a Defensa y Karla Rubilar (RN) a Desarrollo Social.
Después de varios días con la iniciativa latente, este martes el presidente Sebastián Piñera concretó el quinto cambio de gabinete de su segunda administración en La Moneda, que tuvo salidas y enroques.
En primer lugar, y hacia quien apuntaban las miradas, Gonzalo Blumel (Evópoli) dejó su cargo como ministro del Interior y su sucesor es el diputado Víctor Pérez (UDI), representante de la región del Bío Bío.
La ahora ex autoridad alcanzó a mantenerse 10 meses en el cargo, que asumió el 28 de octubre pasado tras la salida de Andrés Chadwick, y había sido especialmente criticado por la presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe, quien acusó falta de liderazgo para alinear al oficialismo.
Lee también: 3 claves para entender por qué Gonzalo Blumel deja el Ministerio del InteriorQuien también llegará al comité político es el diputado Jaime Bellolio (UDI), quien asumió como vocero de gobierno (Segegob), cargo ocupado por Karla Rubilar.
La ministra fue trasladada hasta la cartera de Desarrollo Social, que estaba liderada por Cristián Mockeberg, quien a su vez pasó a la cabeza de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), administrado por Claudio Alvarado.
En tanto, el canciller Teodoro Ribera será sucedido por el senador Andrés Allamand (RN), mientras que el diputado y presidente de RN, Mario Desbordes, sucederá en Defensa a Alberto Espina.
De este modo, quienes abandonan definitivamente el gobierno de Piñera son Gonzalo Blumel, Alberto Espina, Claudio Alvarado y Teodoro Ribera.
Lee también: Ex alcalde en dictadura y parlamentario 1990-2020: Quién es Víctor Pérez, el nuevo ministro del InteriorLa idea de un cambio de gabinete se venía comentando hace varios días y se intensificó luego del "jueves negro" para el gobierno, tras los fracasos sufridos en el Congreso con el despacho de la ley que permite el retiro del 10% de los fondos previsionales y el rechazo al veto al proyecto que prohíbe el corte de servicios básicos.
En el caso de la primera iniciativa, esta pasó su último trámite en la Cámara de Diputados con un total de 35 parlamentarios oficialistas que apoyaron la iniciativa, lo que generó que un descalabro en el oficialismo: la UDI llevó al Tribunal Supremo a sus militantes que votaron a favor y Hernán Larraín Matte renunció a la presidencia de Evópoli y llamó a sus pares de RN y la UDI a hacer lo mismo.
Además, desde el gabinete y especialmente desde Chile Vamos, le habían pedido al mandatario que el cambio se realizara antes de la cuenta pública de este viernes como una señal para que el oficialismo pueda retomar la agenda.
Las ayudas anunciadas en el contexto de la emergencia sanitaria y el rol de Cristián Larroulet se encuentran entre las principales criticas del oficialismo al Ejecutivo.
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