Denunciantes del caso Maristas acusaron en la misiva encubrimiento y aseguran que existe respaldo por parte de las autoridades de la congregación hacia quienes están acusados de cometer los abusos.
Este jueves los denunciantes del caso Maristas reaparecieron con una carta al arzobispo Charles Scicluna, secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El motivo de la misiva fue solicitar a la autoridad religiosa que cumpla con los acuerdos que se fijaron tras una reunión ocurrida en febrero de este año: "Hace nueve meses nos reunimos con usted y su equipo en Santiago de Chile y le entregamos personalmente nuestros testimonios y antecedentes respecto de los delitos sexuales perpetrados en contra nuestra por parte de hermanos maristas mientras siendo niños nos encontrábamos al cuidado de dicha congregación", dice el escrito.
Los denunciantes a través de sus principales representantes, Jaime Concha, Gonzalo Dezerega, Eneas Espinoza, Jorge Franco, Isaac Givovich y Eladio Valdés, sostuvieron el miércoles pasado una reunión con el Consejo General Marista, la cual los alarmó: "Vemos que nuestros temores expresados a usted en la cita de febrero se hacen realidad: las actuales autoridades de esta congregación utilizan su condición de juez y parte para dilatar una posible esperanza de justicia y encubrir a los abusadores que siguen dentro de sus filas".
Aseguraron en la carta que "todo indica que las redes de impunidad siguen activas y, si eso es así, entonces los niños y niñas que hoy asisten a los colegios maristas están en peligro".
Apelando a la ruptura del acuerdo de no respaldar a los acusados, las víctimas solicitaron a Scicluna que cumpla su palabra: "La Congregación de los hermanos Maristas se ríe de nuestro dolor, buscan desgastarnos y no avanzan en la búsqueda sincera de justicia y reparación".
"Cada día que pasa es un día ganado para los abusadores y un día que profundiza el infierno de quienes esperamos justicia", sentenciaron.