Bajo el nombre "Mejoramiento de la Resiliencia al Cambio Climático de la Pequeña Agricultura”, la iniciativa se llevó a cabo en el secano costero de la región de O’Higgins, una de las principales zonas agrícolas del país.
La instalación de más de 560 cosechadoras que colectan agua de lluvia, un centenar de paneles solares y otros tantos invernaderos en las casas de los agricultores fueron algunas de las acciones de este proyecto, que se extendió entre 2017 y 2022.
"El objetivo principal era preparar a los agricultores para ser más resilientes y que generen técnicas de adaptación al cambio climático y así puedan seguir cosechando y comerciando a pesar de este fenómeno", señaló José Guajardo, subsecretario de Agricultura desde evento de clausura, en la región de O'Higgins.
Bajo el nombre "Mejoramiento de la Resiliencia al Cambio Climático de la Pequeña Agricultura”, el proyecto se llevó a cabo en el secano costero de la región de O’Higgins, una de las principales zonas agrícolas del país y una de las que más ha sufrido los efectos de la escasez hídrica.
Como parte del plan, también se potenció el uso de maquinaria agrícola moderna, se realizaron labores de manejo de suelo para facilitar la infiltración de las aguas lluvias y se mejoró el uso de plaguicidas para restaurar los mecanismos de regulación natural.
Chile es el país con mayor crisis hídrica de todo el hemisferio occidental y el 76 % de su territorio está afectado por la sequía desde hace más de diez años, según información de Greenpeace.