Personal de fiscalización del Ministerio de Transportes realizó un control que pudo determinar la presencia de un bus pirata en las cercanías del terminal de Santiago, cuya patente ya había sido cancelada hace mas de un año y por tanto no podía prestar servicios. 46 pasajeros, en su mayoría (44), eran personas de nacionalidad boliviana, cuya procedencia era desde Colchane en dirección a la RM. Frente a esto, se realizó la coordinación entre el municipio de Estación Central y la PDI, pero al no contar con personal policial suficiente, no se revisó la situación migratoria de los pasajeros, quienes finalmente se retiraron del lugar. No se sabe entonces si tenían su situación al día, pero uno de ellos, en conversación con CHV Noticias, reconoció haber ingresado por un paso no habilitado.