El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) estableció que el brebaje no puede ser clasificado como vino debido a una graduación inferior a los 11,5° reconocidos por la normativa chilena para calificarse como tal.
Una nueva polémica puso en la palestra a las bebidas alcóholicas chilenas, esta vez se trata del tradicional Pipeño, brebaje utilizado en Fiestas Patrias y en diversas ocasiones para realizar "terremotos".
En este sentido, el SAG recalificó al Pipeño y mencionó que ya no debe considerarse vino, esto debido a que bajo los estándares de producción no puede denominarse como tal debido a que no alcanza la graduación alcohólica mínima de 11,5°.
Lo antes descrito sorprendió a los productores locales y a los consumidores, pues reconocen el gran valor cultural en la traidicón vitivinícola, especialmente en las zonas de las regiones del Maule, Ñuble, Biobío.
De esta manera, Yenny Lagos, representante de la Coalición Nacional de Viñateros denominó la medida como "una aberración legal y cultural". Además, aseguró que la medida afecta negativamente a los pequeños productores.
La nueva categorización del SAG hace que el brebaje se califique como una 'bebida alcohólica derivada de la uva' y no así como vino.
"El Pipeño es un vino natural, libre, puro jugo de uva fermentado, hecho a pequeña escala de cepas traídas por los españoles hace 500 años. Plantadas en cabeza, de rulo del secano interior, que le sobran grados para cumplir con los 11,5 grados mínimos que exige la ley 18.455 para ser vino", explicó Lagos a la Crónica de Chillán.
De acuerdo con lo explicado por el SAG "la reciente clasificación del Pipeño como bebida alcohólica responde a la necesidad de proteger su identidad cultural y territorial".
"Esta medida asegura que esta bebida mantenga su autenticidad, preservando su valor como un producto tradicional y distintivo de la Agricultura Familiar Campesina", señalaron desde la entidad.