Un reciente estudio realizado por la consultora británica Verisk Maplecroft sitúa a Chile entre los países que tuvieron un mayor aumento de las protestas en el 2019, junto a Hong Kong, Nigeria y Haití, y pronostica que las manifestaciones continuarán durante el 2020.
Uno de cada cuatro países del mundo fue escenario de un aumento de conflictos sociales y protestas durante el 2019.
Esta es una de las conclusiones del estudio Political Risk Outlook 2020 (Perspectiva de Riesgo Político 2020), desarrollado por la consultora británica Verisk Maplecroft, y que situó a Chile entre los países más riesgosos a nivel mundial por la gravedad de las protestas luego del estallido social.
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Miha Hribernik y Sam Haynes, investigadores de Verisk Maplecroft, sostienen tras la investigación que 47 países tuvieron una significativa alza en la cantidad de protestas durante el 2019.
De estos países, los más afectados fueron Hong Kong, Chile, Nigeria, Sudán, Haití y Líbano.
El informe indica que "el aumento dramático de las protestas en 2019 arrasó con una cuarta parte de los países y dejó tambaleando a los gobiernos con poca preparación de todos los continentes. Según nuestros últimos datos y pronósticos, la agitación continuará sin cesar en 2020".
En el estudio se incluye un mapa que destaca las zonas del mundo donde se registraron aumentos generalizados en el riesgo durante el año recién pasado.
Tras la crisis social que se produjo a partir del 18 de octubre, Chile cayó drásticamente en el índice de riesgo, pasando del lugar 117 hasta el 6to lugar.
"Nuestro pronóstico de referencia para Chile es una reducción menor en los disturbios en los próximos seis meses, mientras que el país permanecerá en la categoría de riesgo extremo hasta al menos 2022", grafica el estudio.
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En el informe se reconoce también que "aunque la proyección permite cierta incertidumbre, nuestra proyección significa que no esperamos que se aborden las causas subyacentes de los disturbios en Chile, a pesar de que las manifestaciones han logrado abrir un proceso de revisión constitucional".
A modo de conclusión, la investigación realiza un análisis general de las situaciones de conflicto que afectan a los países en todo el mundo: "La rabia acumulada que se ha convertido en protestas callejeras durante el año pasado ha sorprendido a la mayoría de los gobiernos. Los formuladores de políticas en todo el mundo han reaccionado principalmente con aprobaciones limitadas y una represión por parte de las fuerzas de seguridad, pero sin abordar las causas profundas".
"Incluso si se abordan de inmediato, la mayoría de las quejas están profundamente arraigadas y tomarían años en solucionarse. Con esto en mente (...) es probable que los próximos 12 meses se produzca más de lo mismo, (…) por lo que hay adaptarse y vivir con esta 'nueva normalidad'", agrega el texto.
17/01/2020
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