La vocera de gobierno, Sarah Huckabee Sanders, acusó este domingo a la agencia de supuesta corrupción. El fiscal general William Barr, ya abrió una investigación por presunto espionaje, sin embargo, aun no presentan pruebas.
Una grave acusación recae sobre la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) luego de que Sarah Huckabee Sanders, vocera de gobierno de Donald Trump, acusara a la institución de "filtrar información".
"Ya sabemos que hubo una cantidad escandalosa de corrupción en el FBI, filtraron información, mintieron, estaban trabajando específicamente para intentar derribar al presidente, intentar perjudicar al presidente", agregó Sanders al canal estadounidense NBC News desde Japón, tras acompañar a Trump en una visita de Estado.
Podría interesarte: Murió chilena a la que le amputaron la pierna en CancúnEl mandatario, en tanto, hace tres días pidió a las oficinas de inteligencia de su país que colaboraran con la investigación del fiscal general, William Barr, por el presunto espionaje en su campaña presidencial en 2016.
La acusación aventura que el equipo electoral de Trump sufrió espionaje, de parte de inteligencia, antes de los comicios bajo las ordenes del ex presidente Barack Obama.
De esta forma, han sido reiteradas ocasiones en las que el gobierno actual ha pedido una segunda investigación sobre esas elecciones, paralelas a las que lideró el fiscal especial, Robert Mueller, y que fueron consideradas como "persecución política" y una "caza de brujas" por parte de Trump, en las que se indagó sobre posibles vínculos con Rusia para influir en la votación de 2016.
Lee también: Era auxiliar de aseo de una universidad y se graduó de enfermero de la mismaSin embargo, no se han presentado pruebas hasta el momento.
Así, la vocera de gobierno agregó que "los estadounidenses se merecen la verdad. El presidente ha pedido eso y no esperamos menos".
"Ya sabemos que hubo algún delito -aseguró Sanders-. El presidente no está equivocado en eso, pero él (Trump) quiere saber todo lo que pasó y hasta donde y la amplitud de esto". Con esto, el mandatario estadounidense concedió al fiscal general autoridad para descalificar información y comprobar toda la documentación.