El robo de cables del alumbrado público es un delito que ha ido en aumento en el último tiempo. Según un reciente balance, entre 2021 y 2022 fueron sustraídas 718 kilómetros de líneas de distribución eléctrica. Este hecho ha afectado a más de 1,2 millones de clientes, los que han visto interrumpido el servicio a causa de estos ilícitos. Además, el monto de pérdida supera los $8.700 millones.