Maximiliano no tiene más alternativas para llegar a su centro educacional en Lloicura.
Siete kilómetros de distancia son los que separan a Maximiliano García de su escuela. El menor que vive en una localidad rural de Tomé, al menos, debe recorrer a pie cuatro kilómetros de ese tramo, donde los últimos tres kilómetros los completa en un furgón escolar.
El joven estudiante no tiene más alternativas para llegar a su Escuela de Lloicura, donde cursa segundo básico, ya que el transporte escolar no puede desviarse del camino, por lo que a la semana prácticamente el menor recorre cerca de 40 kilómetros caminando.
Te puede interesar: 34 grados a la sombra: Zona Central vivirá este miércoles la temperatura más alta del añoEn algunas ocasiones Maximiliano es acompañado por su madre, Mireya Villalobos, quien lo vigila para evitar algún accidente en el camino.
Al enterarse de este caso y frente a la poca ayuda que recibe el joven, Fundación Patroncitos le regaló una bicicleta o "sonricleta" para que el menor se pueda movilizar los cerca de siete kilómetros que debe recorrer.