Un pastor de una iglesia evangélica es denunciado por estafar a varias personas, entre ellas a su ex pareja. El individuo, llamado Juan David Arriagada, es acusado de suplantar la identidades y solicitar créditos e incluso vender propiedades, apropiándose de los montos de dinero obtenidos. El líder religioso ya se había hecho conocido públicamente el 2005, luego que un grupo de mujeres que trabajaban en un reconocido cabaret lo acusaran de pagarles con cheques robados.