A ocho años del polémico Caso Caval, el hijo de la ex presidenta Bachelet analizó la controversia desatada por las asignaciones en la Fundación Democracia Viva que golpea al gobierno. "Al final lo único que tenía era medios tratando de levantar polvo donde no lo había", sostuvo.
Durante las últimas semanas, el gobierno se ha visto rodeado por las críticas luego de que se dieran a conocer las asignaciones que recibió la
Fundación Democracia Viva, y que abrió lo que ahora se conoce como Caso Convenios, y que ahora tiene en la mira el traspaso de recursos a la
Fundación Urbanismo Social.
En esta línea, el cientista político e hijo de la ex presidenta Michelle Bachelet,
Sebastián Dávalos, llamó la atención tras
comparar el Caso Caval, por el que fue absuelto,
con la controversia de recursos públicos que asedia al gobierno.
"Por donde lo veas es peor"
Según comentó el exdirector del área Sociocultural de la Presidencia de la República, el Caso Convenios "
por donde lo veas es peor: Es peor respecto de la fe pública, de lo que podría eventualmente haber y de
la caja de Pandora que se puede abrir en esto"
, dijo a
El Mercurio desde España
.
A ocho años del suceso que lo involucró, el hijo de la ex mandataria
puso en la balanza la experiencia de su madre versus cómo se ve afectado al presidente Gabriel Boric. Ante esto, declaró que el
Caso Caval no habría marcado un antes y un después.
"Tengo la impresión de que eso no es verdad, primero porque sería atribuirme demasiado poder e importancia; segundo, porque
hubiese sido así de demoledor si es que yo hubiese cometido un montón de delitos. Pero al final lo único que tenía era medios tratando de levantar polvo donde no lo había", explicó.
En el mismo contexto, Dávalos sostuvo que el caso SQM golpeó a la política, pero que Caval se dirigió directamente hacia La Moneda. "Si miras, SQM
le pegó mucho más y mucho más transversalmente a la coalición completa, no solo al gobierno", expresó.
"Había políticos, había ministros... recuerdo uno que duró muy poco en el cargo porque tenía boletas o había trabajado para alguien.
No era nada ilegal, pero se veía feo", concluyó.