El protocolo sanitario para la reapertura del parque de diversiones contempla el uso obligatorio de mascarillas para los mayores de 3 años y un un procedimiento para minimizar el contacto entre los grupos de visitantes, entre otras medidas.
Con una marcha blanca y estrictas medidas sanitarias, este fin de semana Fantasilandia volverá a abrir sus puertas luego de ocho meses sin funcionar debido a la pandemia de COVID-19.
El parque definió un estricto protocolo para la reanudación de sus actividades basado en las recomendaciones de las autoridades y en la experiencia de la Asociación Internacional de Parques de Diversiones y Atracciones (IAAPA por sus siglas en inglés) de la cual forman parte.
El cronograma de reapertura contempla que este sábado 31 de octubre se abrirá solo para colaboradores, mientras que el domingo 1 de noviembre habrá una segunda marcha blanca con público reducido y sin venta de entradas.
Lee también: Luna Azul se alinea con Halloween y se podrá ver durante este fin de semanaPor otro lado, el protocolo sanitario considera una serie de acciones que buscan evitar la propagación del virus entre sus visitantes y funcionarios, como el control de su capacidad con límite de asistentes y la reserva de visitas con anticipación.
A su vez, para la compra de entradas y alimentos se recomienda el pago en línea. Al interior del parque habrá sistemas digitales que permitirán compras desde teléfonos celulares, evitando así las filas y el contacto relacionado con medios físicos.
El uso de mascarilla será obligatorio para todos los mayores de 3 años, se utilizará tecnología de vanguardia para medir la temperatura de todos quienes ingresen al lugar y se reforzará el distanciamiento adecuado mediante señalización en todas las áreas del parque, incluyendo accesos, zonas de espera para las atracciones, baños y restaurantes.
Lee también: Municipales: Pablo Zalaquett lanzó candidatura como alcalde de VitacuraTambién se dispondrá de un procedimiento para minimizar el contacto entre los grupos de visitantes y respetar la distancia segura, que contempla separar a las personas con filas vacías y dejar asientos vacíos en las góndolas de los juegos.