El gobierno de Estados Unidos pretende acabar con el Acuerdo Flores, vigente desde 1997, en que se establece que los menores sólo pueden estar hasta 20 días apresados.
Este miércoles, el gobierno de Estados Unidos anunció un plan para ampliar de manera indefinida el límite legal de 20 días que un niño migrante puede estar detenido, desatando críticas de opositores y organizaciones de derechos humanos.
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La normativa, que será publicada en el Registro Federal este viernes y entrará en vigor en 60 días si es que no es objetada, pretende poner fin al llamado Acuerdo Flores, que desde 1997 establece medidas de protección para los niños migrantes no acompañados, desde prestaciones sociales a períodos de detención máximos.
Hasta ahora, gracias al Acuerdo Flores, muchas familias migrantes que llegan a Estados Unidos han quedado en libertad en suelo norteamericano, mientras sus solicitudes de asilo avanzan en los tribunales, lo que no es bien visto por la administración de Donald Trump.
Según explicaron desde la Casa Blanca este miércoles, dicho acuerdo “originalmente debía permanecer vigente durante no más de cinco años”, pero se ha ido prorrogando sin que los gobiernos anteriores adopten una regla definitiva.
“El Acuerdo Flores, que data de hace décadas, está desfasado y no tiene en cuenta el cambio masivo de la inmigración hacia familias y menores de América Central”, explicaron desde la Casa Blanca.
Según cifras oficiales citadas por EFE, en mayo se batió la cifra récord de 132.870 detenciones de inmigrantes indocumentados en la frontera con México, de las que 84.491 correspondieron a unidades familiares, es decir, adultos acompañados de menores.
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Hasta ahora, organizaciones defensoras de los inmigrantes, como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), han anunciado que recurrirán este cambio ante los tribunales, que podrían bloquear su aplicación antes de que entre en vigor.
“Este es otro ataque cruel contra los niños, a quienes la Administración de Trump ha apuntado una y otra vez con sus políticas antiinmigrantes. El Gobierno no debería estar encarcelando a niños, y ciertamente no debería tratar de meter a más niños en la cárcel durante más tiempo”, aseguró ACLU en un comunicado.
Por otro lado, el presidente Donald Trump afirmó este miércoles que está evaluando “seriamente” eliminar el derecho a la nacionalidad por nacimiento, con lo que estaría cumpliendo una vieja promesa de su campaña electoral.
“Estamos pensando en (acabar con la) ciudadanía por nacimiento muy en serio”, afirmó el mandatario. “Francamente, es ridículo (...) Tienes un bebé en nuestro país, es decir, cruzas la frontera, tienes un bebé y 'felicidades, el bebé es ahora un ciudadano estadounidense'”, agregó.
Sin embargo, desde la oposición demócrata le han recordado a Trump que, si quiere llevar a cabo esta medida, tendría que realizar una reforma constitucional, dado que el derecho a nacionalidad está amparado por la 14° enmienda de la Carta Magna, aprobada en 1868.
“Todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos, y sujetas por tanto a su jurisdicción, son ciudadanos de Estados Unidos y del estado en el que residen”, señala esa enmienda.
El Tribunal Supremo respaldó ese derecho para los hijos de inmigrantes en 1898, pero la Casa Blanca subrayó el pasado octubre que la máxima instancia judicial nunca se había pronunciado sobre el tema en casos en que los padres del aspirante a la ciudadanía fueran indocumentados.
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