"Con una nota pidiéndome perdón", fue que Catalina Cayazaya se despidió de su familia tras sufrir con sus profesores de internado en la Universidad de Los Andes. La Superintendencia de Educación ya ofició a la casa de estudios, la que inició una investigación interna.
A través de redes sociales, se viralizó el caso de Catalina Cayazaya Cors, una estudiante de Terapia Ocupacional (TO) que se suicidó el pasado 16 de marzo, luego de aparentemente haber sufrido maltratos y abuso por parte de sus profesores de internado.
La madre de la joven, Carolina Cors, denunció en Instagram una supuesta falta de interés por parte de la Universidad de Los Andes, en donde estudiaba Catalina, ya que, según relata, no se investigó sobre lo sucedido cuando ella fue a pedir ayuda por su hija.
"A Catalina le arrebataron las ganas de vivir", partió diciendo la madre de la joven en una publicación en el perfil de Instagram llamado @justiciaxcatalina, destinado a dar a conocer la situación que vivió la estudiante.
De acuerdo con lo informado por Carolina, su hija no tuvo problemas durante su carrera universitaria, hasta que en el año 2022, en su cuarto año de TO, ingresó a su primer internado.
En este proceso universitario, Catalina y sus compañeras tuvieron complicaciones con la tutora, quien "las trataba según el ánimo con que amanecía, incluso con insultos y faltas de respeto", explicó la madre de la joven.
Dicha situación fue informada a la dirección de la universidad, sin embargo, "se las acusó de mentirosas y de injurias y amenaza de suspensión de internado". Esta respuesta repercutió en que Catalina solicitó su primera licencia psiquiátrica.
Dicho escenario se repitió en el segundo internado, parte de su malla curricular, en donde trabajó con la jefa del Departamento de Terapia Ocupacional de la clínica de su universidad. Con horarios extendidos, de más de 11 horas -según el relato-, y calificada positivamente, casi no pudo pasar el ramo, lo que la dejó "sin esperanza ni ganas de vivir".
Ante esto, la madre de la joven se reunió directamente con la directora de carrera y profesores de su hija, quienes investigarían la situación, lo cual, según Carolina, no pasó.
"El 16 de marzo la encontró muerta en la mañana, con una nota pidiéndome perdón por no poder resistir tanto dolor (...) 17 días después, la comunidad universitaria no está en conocimiento de que alguna de sus alumnas se quitó la vida, pese a que la dirección académica lo supo al día siguiente", cerró la madre de Catalina Cayazaya.
Luego de que se diera a conocer el caso de Catalina, la casa de estudios aludida entregó un comunicado rechazando "cualquier tipo de maltrato" hacia sus estudiantes, con el fin de "garantizar un ambiente seguro".
Asimismo, informaron el inicio de "una exhaustiva investigación para determinar las eventuales responsabilidades" y se revisará el sistema de prácticas y vínculos con los campos clínicos.
No obstante, esta investigación no fue informada a la Superintendencia de Educación Superior (SES), por lo que "se ha resuelto actuar de oficio", enviando directamente a la casa de estudios a una persona para investigar el caso de Catalina Cayazaya.
Por su parte, desde la Universidad de Los Andes, deberán entregar al SES "toda la información que disponga en relación con esta lamentable situación, las acciones que desarrollará para clarificar lo ocurrido y la manera en que está enfrentando otras denuncias similares, en caso de existir", para que estos realicen su investigación aparte.
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