Desarrollar e involucrar a sus empleados, comunicar en todo momento, ponerse al servicio de un equipo de trabajo son algunos de los factores que diferencian un jefe de un buen líder, pero que no todos cumplen.
¿Recuerda usted el famoso skecth La Oficina del mítico Jappening Con Ja? En él, el actor Eduardo Ravani personifica al Señor Zañartu, un jefe cascarrabias que trata mal a sus empleados y que incluso seduce a su secretaria Valkiria mientras es permanentemente halagado por Evaristo Espina (Jorge Pedreros), un personaje zalamero y adulón.
"Si ese jefe estuviera vivo, pasaría en los tribunales", afirma Ravani rememorando las andanzas del Señor Zañartu. Una excelente muestra de lo que no se debe hacer al momento de dirigir personas. La Oficina fue una oda a los estereotipos del jefe chileno. Una sátira en plena década del '80 que, felizmente hoy, está en retirada.
"Es una caricatura, quizás en una empresa pequeña se ve, pero cada vez las empresas son más profesionalizadas. Ojo el área de recursos humanos antes no existía", apunta Eduardo Zamora, director de Pleasant Work.
Una opinión similar tiene el propio Ravani, quien sostiene que "no mencionaría más la palabra jefe, porque el líder es el que te lleva a cumplir objetivos".
Desarrollar e involucrar a sus empleados, comunicar en todo momento, ponerse al servicio de un equipo de trabajo son algunos de los factores que diferencian un jefe de un buen líder.
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"Es muy difícil ser líder, todos los días tiene que ir enfrentando nuevos desafíos", comenta Ramón Rodríguez, gerente general de Trabajando.com.
Estudios hechos en la región han establecido diferencias con el tipo de liderazgo entre Chile y países vecinos.
Una de las características que predominan en los liderazgos en Argentina y Brasil se basa en habilidades interpersonales. En Perú predominan los líderes autoritarios, mientras que en Chile, a la también existente autoridad de los jefes, se suma la antigüedad.
Un estudio de DNA Human Capital arrojó algunos patrones que se reiteran en los jefes chilenos.
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En resumen, si de debilidades se trata, pasan por no aprender a gestionar perfiles distintos y no desarrollar habilidades blandas para validarse ante su equipo.
Resultado de estas prácticas son los empleados poco empoderados y comprometidos con la empresa. Mientras que entre los aspectos positivos se encuentra la entrega de directrices claras.
En definitiva, como resumen Elizaveta Hodireva, directora de DNA Human Capital, define que los jefes son "autoritarios", mientras que "los empleados suelen trabajar por horarios, las estructuras son muy jerárquicas y esto conlleva en que los trabajos son mas dependientes de su jefatura".
Lo llamativo de todo esto es que un 40% de los empleados que decide dejar voluntariamente su trabajo, lo hace por culpa de un mal jefe.