"Era una niña llena de luz, muy alegre y muy simpática", cuenta Jennifer Cañez, una de las mejores amigas de Damari Meliñir, una técnico en enfermería de 19 años que tras titularse el 2019 en el Liceo Luis Gonzáles Vásquez decidió trabajar como empaquetadora de un supermercado para juntar dinero y concretar sus planes de estudiar obstetricia. El pasado 1 de marzo desapareció tras salir a la hora de colación de su lugar de trabajo, donde abordó un vehículo luego de 'hacer dedo'. Carabineros encontró el auto que trasladó a la joven al interior de una parcela, de propiedad de Luis Salas Muñoz, quien tenía un especial interés por trasladar personas en su vehículo. Su cuñada cuenta que "él iba al pueblo, pasaba a recoger a las personas porque según él le daban pena las personas que caminaban hacia el pueblo y los pasaba a buscar". En un segundo interrogatorio Salas se sintió acorralado y confesó su autoría en el homicidio de la joven.