Firmar, validar y legalizar son algunas de las tareas que realizan las
notarías desde hace más de 150 años. Sin embargo, pese a su larga historia, los cambios en el rubro han sido escasos.
Desde 1998 que existe un decreto que regula los precios máximos que deberían cobrar las notarías por cada tramite o certificación, pero ninguna lo respeta y los valores pueden ser veinte veces más altos que los fijados por este arancel.
Una reforma estructural al sistema de notarios podría ahorrar millones de dólares al país, pero todas las medidas que pretenden modernizarlo continúan frenadas en el
Congreso.