Este domingo, casi tres millones de uruguayos elegirán a un nuevo presidente. Pero más allá del balotaje, los uruguayos parecen vivir más tranquilos que los habitantes de otros países sudamericanos.
El pasado 24 de octubre, miles de uruguayos salieron a las calles para protestar contra una reforma del Gobierno que permitía que militares controlen la seguridad pública, ante el aumento de crímenes en el país.
Esa fue la última manifestación registrada en ese territorio de poco más de tres millones de habitantes, que muchos miran con atención, en medio de la convulsionada realidad de la mayor parte de los países de Sudamérica. Este domingo, los uruguayos elegirán a su próximo presidente.
Luis Alberto Lacalle, del Partido Nacional, corre con ventaja en las encuestas contra Daniel Martínez, del Frente Amplio uruguayo. Se prevé que sería el regreso de la derecha al Gobierno uruguayo después de 15 años. En tanto que se espera que el balotaje, al igual que en la primera vuelta de octubre, se desarrolle en completa normalidad.
Lee también: Ex ministros de Piñera rechazaron las acusaciones de violación sistemática de los DD.HH. en el país¿Cuál es la clave que los diferencia? Todo indica que son los índices de crecimiento de esta nación rioplatense, que tuvieron un alza sostenida en 15 años. Eso sí, las cifras se estancaron desde 2014. Los uruguayos dijeron sentirlo, y todo indica que será manifestado de la mejor manera que pudieron encontrar: En las urnas.
Así, Uruguay, el país de mayor ingreso per cápita en América Latina y definido como un pueblo tranquilo, de escritores, candombe y, sobre todo, fútbol, definirá su futuro próximo este domingo.