Durante el último tiempo,
Nayib Bukele, presidente de
El Salvador, se ha convertido en uno de los mandatarios más populares, o como él mismo se define “El dictador más cool del mundo”, producto de que
es quien ha logrado desarticular a las pandillas que tenían a ese país sumido en la violencia. Sin embargo, sus formas de operar han traído graves costos colaterales para la ciudadanía.
Son muchos los inocentes que, constantemente, son encarcelados de forma arbitraria, siendo sometidos a condiciones inhumanas, tanto así que muchos no salen vivos. De todas maneras,
Bukele ha conseguido alcanzar el poder absoluto.