El cabo segundo David Florido alcanzó a utilizar su arma de servicio efectuando un disparo, pero habría apuntado a los pies del avezado delincuente que no dudó en dispararle en la cabeza. Nos adentramos en la historia delictiva del único imputado por el homicidio y también en la vida policial de un hombre que, el mismo día de su muerte, se enteró que había sido aceptado para ingresar a la Escuela de Suboficiales. Asimismo, en exclusiva mostramos la sanción que recibió el funcionario policial y que lo trajo hasta la capital, precisamente a Pedro Aguirre Cerda. La vida de ambos antagonistas, en el reportaje del periodista Alejandro Vega.