"Llevo nueve meses en esta lucha y no he podido decirle a mi hija que por fin se hizo justicia", dice Macarena Méndez, madre de Lhysbet Ureta, quien fue asesinada en noviembre a manos de su pareja en Talca. De acuerdo con un análisis de Ciper, solo el 15% de los juicios por femicidios ocurridos entre 2018 y 2020, está concluido.
Sus hijas fueron víctimas de femicidio y hoy claman por justicia. Un doloroso proceso que ha enfrentado Vilma Jara, ya que su hija Nataly Escobar y madre en ese entonces de un niño de un mes de vida, fue asesinada por su pareja de 25 años tras una discusión ocurrida en agosto de 2020. Fue el primo del femicida quien lo delató, siendo formalizado por este delito y dejado en prisión preventiva. "Considero que ha tardado demasiado. A lo mejor es el proceso que tiene la justicia, pero uno como mamá quiere que ya condenen y sentencien a este tipo", dice Vilma. Misma angustia de Macarena Méndez; su hija Lhysbet Ureta fue asesinada el 1 de noviembre por su pareja en Talca, quien en primera instancia intentó eliminar evidencias acusando que la mujer llegó herida a su casa, pero su versión rápidamente fue descartada y quedó detenido. "Llevo nueve meses en esta lucha y no he podido decirle a mi hija que por fin se hizo justicia", asegura Macarena. La Fiscalía fijó un plazo de cinco meses para la investigación de este crimen, pero ya han pasado nueve meses en una causa donde el presunto autor ya está formalizado. De un total de 131 femicidios reconocidos por el Servicio Nacional de la Mujer (Sernameg), entre el 2018 y 2020, solo el 15% de los juicios está concluido y el 51% se encuentra en curso, según un análisis realizado por Ciper Chile.