31/01/2022
23:41
Los expertos aseguran que la cantidad de miembros de un clan familiar o la orientación sexual de estos "no es relevante" a la hora de analizar sus competencias en los cuidados.
Magdalena siempre ha soñado con ser madre. No pudo por la vía biológica y decidió iniciar un largo camino en busca de su hijo o hija mediante la adopción. Cientos de personas en Chile están en el mismo proceso, y el lado más oscuro lo viven quienes conforman un modelo de familia distinto al que reconoce la actual normativa. La actual Ley de Adopción data de 1999 y privilegia los matrimonios por sobre los solteros, viudos y divorciados. Así, muchos pueden ser declarados como idóneos para formar una familia, pero en la práctica son los últimos en prioridad. Lo anterior, que se llama orden de prelación, busca ser eliminado a través de un proyecto de ley que está hace ocho años en el Congreso. Para la experta de la Fundación Chilena de la Adopción, Alejandra Ramírez, mientras más posibilidades tenga un niño de llegar a una familia que sea competente para sus cuidados, resulta menos relevante cuantos la conforman y la orientación sexual de sus integrantes. Las cifras indican que existen 201 menores susceptibles de ser adoptados y la mayoría tiene más de cinco años de edad. Por otra parte, en el sistema llamado Mejor Niñez (ex Sename), hay 4.593 que siguen con un futuro incierto en algún programa de cuidado alternativo.
