Uno de los aspectos que define al
crimen organizado, es la capacidad que tiene de
adaptar sus operaciones a las posibilidades que ofrece el mercado local.
En la Región del Biobío, por ejemplo, el
Tren de Aragua explota un nuevo nicho de negocio y sus asociados
ofrecen servicios de sicariato a narcotraficantes en la ciudad de Los Ángeles.
La duda que hoy ronda en los organismos de seguridad es si el Tren tiene dominio sobre ese territorio, el que hoy mantiene a los locatarios atemorizados
por el asesinato de un vecino a plena luz del día.
Fue a mediados del 2020 que comenzó el alarmante incremento de homicidios, los que no serían protagonizados por sus líderes, sino por
personas especializadas en el sicariato.
Un poco más al sur, ya no hay duda de que
tras el robo de madera hay crimen organizado, donde la fiscalía ha logrado la incautación de más
92 millones de dólares en este tipo de delitos, lo que se traduce a una
superficie de superior a 4.500 hectáreas de madera.
Sin embargo, estas no serían las únicas zonas en las que se cometen este tipo de delitos, que además se expanden hacia el
secuestro y la extorsión.
La expansión del crimen organizado a lo largo del país en el tercer reportaje de
Josefina Eckholt, Fernanda Soto y Roberto Mourgues.