Durante la mañana de este miércoles llegaron a Suecia los 7 niños rescatados del campamento de refugiados en Siria, donde sus padres de ascendencia chilena-sueca murieron combatiendo tras unirse al Estado Islámico.
Los pequeños llegaron Landvetter, en las afueras de Gotemburgo, con Patricio González, su abuelo chileno radicado en ese país.
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Sin embargo, su historia ahora abre un nuevo capítulo ya que temen no poder comenzar una vida normal en Suecia debido a que la sociedad los pueden hacer cargar con el peso de ser "hijos de terroristas".
Lo anterior porque tanto su madre como padre militaron en el ISIS, agrupación por la que terminaron muriendo y los niños quedando huérfanos.
Es por esto, que los 7 niños junto a Patricio están aislados, en un lugar secreto en Suecia para ser atendidos en un hospital.
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Y es que la expectación de los medios suecos era alta, ya que siguieron segundo a segundo su recorrido en el avión, su aterrizaje y los primeros minutos en el país de los niños cuyos padres abandonaron Suecia para ser miembros del EI.
Según relata el entorno más cercano de González, los niños de 1 a 8 años fueron rápidamente derivados a un hospital para chequear la salud en la que se encontraban.
El temor que tiene la familia en Chile es que se vulnere sus derechos, por lo que anhelan que los traigan a Chile, ya que pueden ser catalogados como "niños terroristas".
Los niños estuvieron en un campamento de refugiados en Al-Hol (Siria) luego de la muerte de sus padres, ocurrida en enero de este año.
El pasado 7 de mayo, luego de arduas gestiones de su familia materna, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Suecia confirmó que los niños fueron llevados a Irak desde Siria, donde se reencontraron con su abuelo, Patricio González Gálvez.
15/05/2019
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