Adrián Zarricueta fue acusado de violación y, pese alegar inocencia, estuvo 79 días en prisión hasta que un examen de ADN mostró la verdad. "Uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario, pero en mi caso nunca fue así", declaró. Al principio del caso, Adrián fue identificado a través de set de fotos por la joven que acusó a un conductor de colectivo de haberla violado, y Adrián había trabajado meses atrás en el oficio. Tras declarar en forma voluntaria en la policía y asegurar que era inocente, fue detenido. Además existían otras pruebas que no se consideraron al momento de su detención y que descartaban desde un comienzo de su eventual responsabilidad, ya que estaba en otra ciudad al momento del hecho. El Proyecto Inocentes tomó su caso y los abogados de la Fundación Pro Bono ganaron demanda contra el Estado que deberá indemnizarlo con $40 millones. "Claro que ayuda, pero el momento que uno vive no se olvida nunca, el daño siempre va a estar ahí", agregó el afectado.