Los delincuentes que realizan este delito no sólo falsifican los automóviles, sino que también sus documentos para vendérselos a terceros. Un ilícito que ha experimentado alzas incluso en períodos de cuarentena, donde Carabineros ya ha recuperado 170 autos en lo que va de año.
Se estima que en Chile hay más de 5 millones de vehículos, en un mercado que se incrementa con los años, y que ha visto un nuevo repunte en las últimas semanas, con incremento en la venta automotriz.
Es un negocio grande y que, al mismo tiempo, ha llamado la atención de la delincuencia, con la clonación de automóviles, una fórmula cada vez más utilizada para estafar a los clientes.
“Yo compré este auto en Valdivia. Después de dos o tres meses, fui al registro civil de Llanquihue a retirar mi padrón y me encuentro con la sorpresa de que no existe ningún vehículo a mi nombre”, relató Tatiana Held, una de las víctimas de este ilícito mercado.
La mujer señaló que su automóvil recién adquirido aparecía como vendido por ella misma en el registro civil y que, además, había pasado por otros dos dueños anteriormente, algo que no logra entender.
La única explicación para su caso es que ella había sufrido la clonación de su auto, un delito que se ha hecho incluso más común en período de pandemia.
Lee también: Vive en Chicureo y ya había pagado la multa: Identifican a conductor detrás de piruetas en VitacuraDespués de un tiempo, Tatiana supo lo que había pasado realmente. “En Santiago hubo una persona que se hizo pasar por mí con documentos fraudulentos, donde supuestamente había un permiso para que ella pudiera vender mi auto”, expresó.
El teniente de Carabineros, Óscar Valdés, indicó que el proceso de clonación parte por alterar las placas patentes: “De igual forma adulteran las series identificadoras de chasis y motor con la finalidad de simular la real identidad de otro vehículo”.
“En el caso de Tatiana, los delincuentes buscaron una identidad similar a su vehículo. Es decir, uno japonés, del mismo año y color, y utilizaron esos datos para darle una nueva identidad, dejándolo totalmente ‘blanqueado’. Así, de esa forma, podía transitar sin ningún inconveniente”, apuntó el oficial.
La víctima de esta estafa se vio obligada a hacer una denuncia en Fiscalía, para que una investigación demostrara que su auto era el original.
Un delito que se repite y va en aumento, así lo demuestran las cifras entregadas por el Servicio de Encargo y Búsqueda (SEBV) de Carabineros que, en lo que va del año, recuperó más de 170 vehículos clonados y detuvo a cerca de 120 personas.
“Primero debo fijarme si el vehículo cuenta con ambas patentes y, además, ver que la placa cuente con todos los sellos de seguridad necesarios para que un automóvil circule”, explicó el teniente Valdés, como parte de las recomendaciones a la hora de adquirir un auto.
Muchas de las patentes adulteradas vienen dibujadas con una pintura común, que se puede distinguir al tacto comparándola con las originales. “El reverso de la placa no tiene un acabado brillante”, recalcó el uniformado.
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Otra de las acciones que un cliente debe realizar es revisar que la documentación esté al día, algo que es obligatorio a la hora de validar documentos como el de la revisión técnica.
Pese a lo anterior, hay situaciones que podrían tardar en conocerse, como fue el caso que le sucedió a Francisco Javier Peralta, otra de las víctimas de clonación.
“Saqué un certificado de anotaciones con la sorpresa de que la camioneta fue transferida en julio de este año a una persona. Posteriormente, el 16 de septiembre, fue transferida a una segunda persona”, añadió.
En definitiva, el delito de los clonadores la mayoría de las veces es completo, ya que no sólo falsifican los vehículos, sino que también sus documentos para vendérselos a terceros.
Afortunadamente, tanto para el caso de Tatiana como Francisco, tras un largo proceso, pudieron demostrar que ellos eran los dueños originales de sus respectivos automóviles, eso sí, sin antes haber pasado por momentos de angustia e incertidumbre durante el proceso.