Hace dos años el Liceo Manuel de Salas comenzó a eliminar paulatinamente la evaluación con notas desde primero a cuarto básico, la que reemplazó por un sistema conceptual, donde también se evalúan aptitudes y habilidades.
Formato similar a lo que propone el proyecto de ley que este miércoles fue aprobado por la comisión de Educación del Senado y que entre sus objetivos busca reducir el agobio escolar.
¿Cómo? La idea es que si el proyecto se aprueba, los colegios elaboren de forma gradual evaluaciones cualitativas, para demostrar a los apoderados el nivel de aprendizaje de sus hijos. Una iniciativa que no convence del todo al ministerio de educación.
"Hay que cuidar otros principios fundamental que es que los padres puedan saber si sus niños están aprendiendo lo que tienen que aprender", sostuvo la ministra de Educación, Marcela Cubillos.
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¿Y qué dicen los apoderados? Apuntan que no reflejan el conocimiento aprendido, ni las capacidades adquiridas.
Si bien reconocen que es una forma rápida y útil para saber cómo van en el curso, sostienen que también sus hijos e hijas se estresan mucho, ya que están mas concentrados en sacar las calificaciones azules que en realmente absorber los conocimientos. Incluso algunos reparan en que es un sistema hasta violento para los niños.
El Colegio Christ School de Maipú evalúa a sus alumnos con notas del 1 al 7, al igual que la mayoría de los colegios chilenos. Sin embargo, desde el próximo año su sistema será sin calificaciones.
Alexy Quant, director del establecimiento, explica que "las calificaciones miden un instante de proceso del aprendizaje y desenfoca del aspecto más importante, que es el aprendizaje, centrándose en la nota".
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Sin embargo, no todos los expertos están de acuerdo con la iniciativa.
"Se habla de que un sistema numérico puede generar mayor agobio en los estudiantes, pero esto también puede producirse en un sistema cualitativo si no se entrega esta retroalimentación necesaria", apunta Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar.
Un cambio, que si se concreta, no sería fácil tanto para los niños, apoderados y profesores, quienes están acostumbrados al sistema de notas, pero que al final podría disminuir la competencia, frustración y presión que afecta a los escolares.
04/09/2019
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