Al menos seis denuncias ya se acumulan contra un turista alemán en Pucón por estafas reiteradas que habría realizado en diversos locales. Pero, ¿qué ocurre con una persona que comete este delito?
Es una de las prácticas que atormenta a los locatarios de restaurantes, hostales e incluso bencineras: el conocido "perro muerto".
Este es uno de los delitos más comunes en este tipo de establecimientos y consiste en consumir algún producto o servicio e irse del lugar sin pagarlo.
En Pucón un turista alemán fue denunciado por realizar esta mala práctica al menos a seis personas y continúa en libertad. Un caso que ha puesto en la palestra la facilidad con la que muchos inescrupulosos realizan esta mala práctica actuando en la completa impunidad.
Este ilícito, según determina nuestra ley, si se demuestra una defraudación es considerado como estafa y no como robo.
Las penas para este delito son muy bajas y son aún más cuando el monto defraudado es menor, como ocurre en un restaurant.
"Me ha pasado seis veces. Piden la cuenta y cuando vuelves se te van las personas. A veces los hemos agarrado, pero no podemos hacerles nada", asegura Juan Carlos Moreta, garzón del Bar Santiago.
Las penas son bajas y depende del monto defraudado.
Para el abogado José Francisco Gallegos es determinante "por un lado la reiteración del delito y los montos comprometidos".
"La pena puede ir desde presidio menor a presidio mayor en su grado máximo", detalla. A esto se le suma si la persona tiene o no antecedentes previos. Si no los tiene, la pena puede ser aún menor.
La respuesta es sí. Actualmente se ingresó al Congreso una variación a la ley del Código Penal, donde se incorporaría una sanción especial para el "perro muerto".
En el documento, una persona que ingrese a estos locales y consuma alimentos, y se vaya sin pagar, puede tener presidio menor en su grado mínimo a medio y una multa de 1 a 4 U.T.M.
"Lo que está dejando en evidencia el caso en Pucón es que el 'perro muerto' no sólo se realiza en restaurantes, se realiza en hoteles y bencineras. Esperamos que sea prontamente tratado en la Cámara", sostiene el diputado Jorge Durán, impulsor de la modificación a esta ley.
Modificación que se espera concretar pronto, mientras decenas de locatarios luchan contra esta mala práctica que también termina afectado a los garzones, ya que son ellos quienes deben costear de su bolsillo cada vez que alguien hace un "perro muerto".