En medio de la denominada zona de sacrificio, en la zona de Quintero, Puchuncaví y Concón, se encuentra el humedal de Mantagua. Son 269 hectáreas de flora y fauna que se han convertido en el pulmón verde de este contaminado sector. Sin embargo, vecinos denuncian el vertimiento de aguas servidas de baños químicos y fosas sépticas que amenazan con dañar de manera irreparable ese santuario de la naturaleza. "Toda esta flora que está acá se va a morir", lamenta Mónica Gastó, quien señala que eso provocará el deceso de algunos peces y aves. "Es indignante escuchar que algunos propietarios del sector de Mantagua estarían permitiendo acciones inescrupulosas de vertimiento de residuos líquidos a este frágil ecosistema", condenó María Victoria Gazmuri, seremi de Medio Ambiente de Valparaíso.