El mejor año en términos de la caída de nieve ha tenido que ser visto con angustia por las 300 familias que viven en un sector netamente turístico.
Hace al menos 5 años que no se veía la cantidad de nieve que hoy es posible apreciar en Farellones, aseguran sus habitantes.
A punta de palas logran quitar lo que bloquea las puertas de ingreso del comercio local. Sin embargo, es sólo por costumbre, pues hoy parece un pueblo fantasma.
Quienes viven en este pueblo son los únicos que le dan vida. En otro momento habrían estado entregando servicios a turistas, pero hoy sólo salen de sus casas para recibir cajas de alimentos.
Más de 300 familias viven en el pueblo de Farellones. La mayoría de ellas no tiene ingresos en la actualidad.
Esta pudo haber sido una temporada extraordinaria en la montaña, tanto para empresarios como para los miles de trabajadores que viven de la actividad turística. Pero los turistas no se ven en la nieve desde el año pasado.
Lee también: El polémico cartel que mostró Florcita Motuda mientras intervenían los ministros Blumel y BrionesJulio es representante de la junta de vecinos del pueblo. Asegura que el aislamiento natural que caracteriza a Farellones y la falta de clientes en los negocios locales tienen a varias familias afectadas.
"Estamos bien aislados. Hay familias muy vulnerables que trabajan mucho dependiendo del turismo. Y el turismo hoy día no existe, entonces son familias que están en condiciones súper complejas", afirma.
Como junta de vecinos han recolectado ayuda y, añade Julio, están pendientes de quienes lo están pasando peor. La solidaridad es a lo único que pueden apelar.
Verónica, otra resiliente de la pandemia en esta hostil situación, es la dueña del único almacén que se mantiene abierto en Farellones. La mercadería, sin embargo, no es ilimitada. Por ello, ha tenido que mantener compras acotadas que permitan que algo de dinero quede en sus bolsillos.
Francisco Sotomayor, de la Asociación de Centros de Ski de Chile, afirma que no hay claridad sobre una eventual apertura, pues aún no se vislumbra el paso a un proceso de desconfinamiento. Así, 15 mil familias aún se mantienen en la incertidumbre.
"No hay un horizonte tan claro de cuándo se puede abrir, si es que se puede abrir. Por supuesto que para el sector es un perjuicio muy grande", señala el representante del gremio.
Con todo, no pierden la esperanza de poder aprovechar el que, paradójicamente, ha sido uno de los mejores años para este tipo de actividad turística dada la gran cantidad de nieve que ha caído.
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