"No tenemos distancia, asiento por medio, nada", dice María Eugenia. Son las 06:00 y ya va saliendo de su casa en Santiago Centro con destino a su primera parada: Escuela Militar. Es asesora del hogar y todos los días tiene que tomar un bus a las 7:50 para llegar a Chicureo, en la comuna de Colina, a su lugar de trabajo.
Ella tiene 55 años. Toda su vida se desempeñó como trabajadora de casa particular. Dice que la pandemia llegó para complicar las cosas, especialmente el traslado a su trabajo. Un sector al que no llega el Transantiago, solo la línea de buses colina.
"Antes teníamos cuatro buses pero desde agosto tenemos uno sólo", asegura.
La falta de buses provoca aglomeración en el paradero, largas filas y hacinamiento, todos factores que aumentan el riesgo de contagio.
La totalidad de las personas que hacen esta fila van a sus trabajos. Muchas son trabajadoras de casa particular que deben gastar $5 mil diarios. No tienen otra opción. Hoy sólo le piden a la empresa aumentar el número de buses, de manera que viajar no se convierta en una vía para contraer el coronavirus.
"Siendo que tenemos que pagar un pasaje que no es barato y tenemos que irnos de pie, amontonadas y encontramos que no es justo", dice otra trabajadora de casa particular que espera el bus.
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Compleja e inaceptable realidad la que deben enfrentar los usuarios de buses Colina. Tanto, que obligó a María Eugenia y otras mujeres a realizar otro sacrificio: convertirse en trabajadoras de casa particular puertas adentro de lunes a viernes, muchas dejando solos a sus hijos.
Los lunes en la mañana y los viernes en la tarde son los horarios punta de congestión de este bus. Una situación que para los expertos constituye un riesgo en el actual estado de pandemia.
"La empresa debería aumentar la cantidad de buses o su frecuencia", afirma Matías González, investigador del Instituto de Neurociencia Biomédica de la U. de Chile. "Idealmente, uno debería estar sentado en su asiento sin nadie al lado y con otra persona distancia al menos a dos metros".
Medidas de protección que María Eugenia y sus compañeras lo tienen más que claro, pero mientras no se les asegure buenas condiciones sanitarias, de poco sirven los esfuerzos individuales.
"Mi horario es de las 9 de la mañana a 4 y media de la tarde, lamentablemente me tengo que quedar porque no tengo más buses. Si tuviera bus viajaría todos los días", añade la mujer.
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Según buses Colina, única empresa que hace este recorrido a esta comuna, fue debido a la cuarentena que redujeron la cantidad de máquinas de cuatro a una. Al ser una empresa de transporte rural y privada, desde la Seremi de Transporte indicaron que por decreto no están facultados para exigir frecuencia a esta empresa de buses.
Desde la empresa de buses respondieron que a partir de la próxima semana tendrán un bus adicional el día lunes para evitar aglomeraciones. Una solución que, sin embargo, no soluciona el problema diario de decenas de usuarios.
La gestión de la Seremi de Salud podría cambiar las cosas. Anunciaron que fiscalizarán las condiciones sanitarias en que opera las máquinas. "Va a efectuar la fiscalización correspondiente al terminal donde se hace este servicio de transporte, verificando el cumplimiento de los protocolos sanitarios", aseguró Omar Cáceres, jefe del departamento de Acción Sanitaria del Seremi de Salud.
María Eugenia sólo pide condiciones sanitarias mínimas de viaje. Respuesta satisfactoria aún no tiene, aunque la empresa de buses dice estar evaluando cómo entregar un mejor servicio.
15/10/2020
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