Molestia hay en vecinos de un condominio de Maipú tras el cierre de la piscina que funcionó por más de 20 años en el recinto. Los motivos que se dan es que nunca habría contado con la recepción final de la Seremi de Salud de la Región Metropolitana, requisito obligatorio para su habilitación. Sin embargo, desde el Colegio de Administradores aseguran que son varias las piscinas que siguen funcionando sin tener ese permiso final y que se hace porque la entidad no contaría con la capacidad de fiscalización necesaria. Los locatarios argumentan que siguen pagando por un servicio que no pueden ocupar y que los más perjudicados están siendo los niños y niñas, quienes estaban ansiosos por ocuparla luego de casi dos años de que estuviera cerrada producto de la pandemia del COVID-19.