Hace unos días, se conoció la historia de un hombre de 81 años que trabajaba como conserje para poder sobrevivir y que conmovió a todo un país. Pero ahora las redes han viralizado la historia de Amalia, mujer de 82 años que se ha visto obligada a trabajar porque su pensión no le permite mantener a su familia, entre ellos su marido de 101 años. Por lo que se desempeña dirigiendo el tránsito en Melipilla. "La plata no me alcanza, son 158 mil pesos que ganó de pensión. Pago 100 mil pesos de arriendo, cuando pago el agua y la luz quedo sin nada", relató. El problema es que la señora Amalia no debería exponerse a trabajar de forma riesgosa para su salud. La ayuda la agradece con el alma pero sabe que aquí hay una deuda pendiente con el adulto mayor.