Roberto Paz (73) ingresó a la Municipalidad de Rancagua con una falsa dinamita y con lo que se pensó era un arma de fuego. En el momento, todo el personal del edifico fue evacuado por seguridad. El alcalde, Eduardo Soto, dijo que “en un momento de desesperación el pensó que atendiéndolo yo podría solucionar sus problemas”. Roberto afirma que han pasado 18 años desde que vive con distintas enfermedades sin recibir ningún tipo de ayuda: tiene fallas en la retina y debe someterse a una cirugía, quemaduras múltiples en su cuerpo, problemas a la próstata y una fuerte complicación pulmonar debido a la exposición a arsénico cuando trabajaba en minería. “El pulmón está tan afectado que tengo que dormir sentado. Yo no quiero dar lástima, sólo quiero contar lo que me pasa”, aseguró. Además, denunció que “nunca nadie me escuchó, lo único que pido es que me escuchen, nada más”.