La publicación "decía se mostró feliz con sus redondeces, qué tipo de comentario es ese", cuestionó la modelo y activista Antonia Larraín al referirse a la portada de la polémica que reabrió el debate sobre la gordofobia.
De mal gusto, ofensiva y parte de la violencia machista sistémica contra una adolescente. Esas han sido algunas de las críticas que han caído contra la portada en la que se alude a la talla de la joven heredera al trono de los reyes de los Países Bajos
Se trata de una artículo en la revista Caras de Argentina en la que se habla de la princesa Catalina Amalia de Orange, hija de los reyes de ese país, quien tiene 16 años.
La imagen aparece junto al polémico titular que dice "La hija mayor de Máxima luce con orgullo su look 'plus size'", es decir, su "talla grande".
Lee también: La poderosa versión de "Canción sin miedo" de mujeres que piden justicia para Antonia BarraLa publicación ha causado molestia en redes sociales, ya que, entre otros puntos, cuestionan que se hable del cuerpo de la adolescente gratuitamente.
De acuerdo a la modelo y activista Antonia Larraín, en la revista se "trataba de buscar una justificación al cuerpo de esta chica, hablaba de es que heredó su contextura de no sé que pariente, la comparaban con sus hermanas".
Junto a esto, criticó que en la publicación se hablara de que la familia real "tiene tres hijas, pero dos son menuditas y ella no. También decía se mostró feliz con sus redondeces, que tipo de comentario es ese".
En tanto que Nerea Ugarte, fundadora de La Rebelión del Cuerpo -colectivo que busca generar conciencia sobre los roles y los estereotipos de género-, sostiene que "seguimos poniendo al cuerpo y la apariencia física de la mujer como tema de portada de una revista, cuando evidentemente hay temáticas bastante más importantes que visibilizar". Además, llama la atención que "se está exponiendo innecesariamente a una menor de edad".
Desde la revista aseguraron que no son calificadores, sino comunicadores. Junto a esto, argumentaron que la historia de Amalia puede servir de ejemplo para otras niñas.
Ante esto, Larraín añadió que "no solo me parece gordofóbico, sino que altamente sexista, como si lo más importante que tuviéramos para mostrar es nuestra apariencia física".