"Me da miedo contagiarme. Me da miedo que todos los sueños se te vayan a la m...", dice Rommanette, una mujer que actualmente se encuentra en quimioterapia y, al mismo tiempo, trabajando como delivery para poder sobrevivir.
A sus 43 años, ella lucha contra un cáncer de mamas y una metástasis axilar. Está en el pleno proceso de quimioterapia, pero de todas formas debe salir a diario a trabajar. El desfase en el pago de sus licencias y la ausencia de bonos del gobierno la llevaron a tomar esta riesgosa alternativa.
"La necesidad es harta. Tengo que pagar arriendo, tengo gastos, deudas. Es complejo exponerse todos los días a que te enfermen. O sea, ya estoy enferma. Para mí, contagiarme de coronavirus es fatal", cuenta.
A sus gastos generales, dice, se suman otros extras en exámenes y medicamentos que no están cubiertos por el GES. No existe otra opción, asegura Rommanette.
Por eso, a través de sus contactos en redes sociales se encarga de tomar pedidos de productos y despacharlos hasta el hogar del cliente. En un buen día, puede llegar a tener una veintena de pedidos.
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El reparto lo realiza en su automóvil, el cual aún no puede reparar luego que en noviembre de 2019 un grupo de sujetos intentara robárselo. En esa oportunidad, recuerda, fue brutalmente golpeada.
Si bien asegura ser parte del 60% más vulnerable del país, no ha recibido ningún beneficio o ayuda estatal. "A las personas que hemos luchado toda una vida sacándonos la mugre trabajando, tirando para arriba, en estos momentos estamos siendo invisibles ante el Estado".
Desde la Subsecretaría de Servicios Sociales revisaron el caso de Rommanette y afirmaron que el error en su caso fue que sus datos no están actualizados, y que por ello no pudo recibir ningún beneficio. Además, indicaron que personal del Registro Social de Hogares tomará el caso para que pueda recibir la ayuda que corresponde y que claramente necesita.
22/07/2020
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