Joaquín es hermano de una de las personas que estarían tras la muerte de dos jóvenes que salieron a detener el robo. Él dice que le robaron su auto el mismo día en que se produjo el crimen. En vehículo similar habrían escapado los sospechosos.
"Lo único que digo yo es perdón a la familia y si ocurrió lo que ocurrió yo no tengo parte ni culpa", dice Joaquín, hermano de uno de los sospechosos del doble homicidio de los hermanos Álvarez Vargas en la comuna de La Florida.
Actualmente la PDI busca al autor del homicidio que, según testigos, se produjo cuando las víctimas encararon a delincuentes que estaban robando partes de autos estacionados fuera de un local de comida.
Lee también: Apoderados indignados con enfermera que habría reutilizado jeringas para vacunar a más de 300 niños"No somos una familia de criminales, pasen a mi casa, somos una familia de clase media de este país", comenta el hombre que sabe que su hermano es seguido por la policía.
En la misma línea, añade que "si la persona está involucrada en un delito tiene que pagar como cualquier ser humano".
Joaquín ya ha declarado ante la PDI por el el caso que ocurrió la noche del 28 de junio. Lo anterior, porque fue en un auto BWM X2, avaluado en $30 millones, en el que escaparon los causantes de esta tragedia familiar, similar al que aparece a su nombre.
A bordo iban dos hombres y una mujer. Alcanzaron a escapar por pasajes interiores desde avenida Santa Amalia a Enrique Olivares, pese a que una patrulla de Carabineros alcanzó a verlos.
Lee también: Mario Aguilar llamó a deponer paro, volver a clases y aceptar oferta del MineducJoaquín dice que el auto de lujo, el cual no manejaba ya que afirma no tiene licencia de conducir, se lo compró a su hermano, se lo robaron, hecho del que dio cuenta a Carabineros el mismo día de la muerte de los hermanos.
Consultado sobre quién le robó el auto, se limitó a responder que "ese fue un familiar".
Eso sí, apuntó que a su hermano "le gustaban los vehículos de alta gama. No puedo responder por lo que él haga en sus actos individuales".
El mismo familiar que hoy detectives de la PDI en coordinación con el Ministerio Púbico, tratan de detener y con el que asegura no tener relación hace años. "Esta no es la familia del padrino, no somos el señor Corleone".
Eso sí, y hay claridad sobre quién es uno de los presuntos responsables. En su historial policial hay antecedentes por porte de armas, lesiones con armas de fuego, violencia intrafamiliar y amenazas. Su última detención fue en Osorno.