Un verdadero drama resulta la implementación de una tómbola en un segundo colegio de Quilicura para determinar qué alumnos no van a poder seguir el próximo año. Uno de los afectados del establecimiento San Isaac podría ser Alonso, quien tiene autismo y osteoporosis. "Nunca han pensado en nuestros hijos. Son invisibles al mundo. Me gustaría tener al ministro y que me dijera por qué fueron discriminados los niños de este juego, porque es un juego", sentenció su madre. "No es posible que nuestros alumnos sean un boleto de azar", condenó su abuela.