Esta semana los habitantes de un edificio en calle Santa Elena 840, Santiago Centro, vivieron un pésimo momento, tras ver cómo sus departamentos se inundaban y además con agua caliente, lo que a la deriva generó mayores daños. El origen del problema fue una reparación en las cañerías, pero, lo que habría sido un trabajo mal hecho, ocasionó el desaguisado. “Se escuchó como una explosión y supongo que fue cuando explotó la tubería”, relató una de las residentes, quien de inmediato, junto a varios de sus vecinos, se percataron que el agua que emanaba tenía algo inusual. “Era tan caliente que quemaba”, afirmó. Como si ese problema no fuera suficiente, los moradores denuncian una mala administración con altos cobros. “Muchas veces te dejan 8 horas sin agua y para reparar supuestas válvulas, se cobra un costo excesivamente elevado en los gastos comunes”, acusó María Fernanda González, otra miembro de la comunidad.